Cada vez que platicamos con alguien y realizamos movimientos con las manos, ayudamos a nuestras neuronas a procesar más rápido los discursos.
Investigadores concluyen que los gestos facilitan las explicaciones, aligeran el trabajo del cerebro y permiten acceder a ciertas palabras gracias a la activación de la memoria motriz.
Así que cuando pienses que las palabras no te fluyen, concéntrate y mueve tus manos para que el cerebro trabaje mejor y concluyas tu discurso o plática con éxito.
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